Cuando se trata de nuestra salud, de sentirnos energizados, de poder pasar más años con nuestros seres queridos, de amar nuestro cuerpo y vernos bien, no debes mirar esto como un gasto, si no, como una inversión en ti.
Gastamos mucho dinero es artículos o servicios para la vanidad, lo cual es genial, ya que debemos tratar a nuestro cuerpo como nuestro propio templo y no hay nada de malo en querer que se vea bien. Así que el lograr que ese vehículo (nuestro cuerpo) esté más saludable, nos dure más años y nos funcione bien, no tiene precio.
Un programa puede ir desde $160 hasta $1,200 dependiendo de lo que buscas.
Siempre pregunta por los planes de pago. ¡Que el dinero nunca sea un motivo para privarte de tu salud, porque esta lo vale! Es más caro enfermarse que prevenirlo.